Thursday, February 7, 2013

Silver Linings Playbook / El Lado Luminoso de la Vida

Director: David O. Russell
Guión: David O. Russell
Actores: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro.
Año: 2012

Calificación:




Lea donde lea, parece que esta película estuviera buenísima. Pero no se dejen engañar, no está buenísima. Es bastante mala. O tal vez no la entendí. No, pensándolo bien, es simplemente mala.

La historia empieza con Bradley Cooper (el copado de The Hangover) en un hospital psiquiátrico. Como es re vivo, no toma la medicación. Porque, obviamente, los protagonistas de las películas en los hospitales psiquiátricos jamás toman la medicación. La esconden debajo de la lengua para escupirla cuando la enfermera no está mirando. Son re vivos y las enfermeras muy tontas y nunca se dan cuenta.

En la siguiente escena la mamá lo va a buscar y, a pesar que los médicos no lo recomiendan, ella se lo lleva a la casa, donde lo espera el papá, Robert De Niro. Cada vez que veo a Vito Corleone o Taxi Driver o Toro Salvaje o Buenos Muchachos no puedo dejar de preguntarme ¿Qué pasó, Robert? Cuestión, Robert no sabía que la mamá iba a sacar al hijo del psiquiátrico, pero apoya la moción. Y se queja. O sea, no sabemos bien si apoya o no la moción.

Durante el siguiente rato nos vamos enterando de la vida de Bradley. El tipo estaba casado y pensaba que era feliz, pero habla de su matrimonio y no suena muy feliz que digamos. Un día, vuelve a la casa antes de lo previsto y… adivinen que cosa obvia esta por pasar. Si, encuentra a su esposa con otro tipo. Estaba en la ducha garchando con el maestro de música. Ah, porque tanto Bradley como su esposa eran maestros en una escuela. Pero el problema no son los cuernos ni la ducha. Ni siquiera que estuvieran garchando en su casa. No. El problema es que la música que estaba sonando mientras la esposa lo corneaba era la canción de casamiento. Y eso sí que es grave. Bradley se volvió loco y cagó bien a trompadas al maestro de música. Y de ahí, directo al psiquiátrico. En teoría la justicia lo mando preso al psiquiátrico, pero no se entiende como la mamá puede sacarlo cuando le pintó. También nos enteramos que es bipolar.

Esa era la vida de Bradley antes del psiquiátrico. Cuando sale, piensa que sigue casado, a pesar que la esposa no lo visitó en ocho meses y tiene una orden judicial por la cual no se puede acercar a menos de 150 metros. Bradley está empeñado en reconquistar a su esposa. Pero en el medio tiene ataques e bipolaridad y se pone a gritar mucho a las 4 de la mañana y esas cosas. Todo muy lindo, pero es imposible de creerle. Bradley, no te creo que sos bipolar y tenes estos ataques de rabia. Tampoco le creo las reacciones al papá y a la mamá. Todo artificial, todo armado. Todo es raro y poco creíble. Desde los gritos y sus reacciones, hasta que Bradley sale a correr con una bolsa de residuos encima. Y lo hace porque es re loco. Es bipolar porque el guion dice que es bipolar, no porque nosotros lo veamos y nos parezca que lo sea. Richard Gere en Mr. Jones era un excelente bipolar. Bradley Cooper es un excelente amigo para ir a Las Vegas.
Lo que sigue también es obvio. Bradley conoce a una minita (Jennifer Lawrence) que se supone que lo va a ayudar a recuperar a la esposa pero en realidad ella le tiene ganas. Él también le tiene ganas, pero no se da cuenta. Y pasa lo impredecible. Bradley y Jennifer se anotan en un concurso de baile re groso en el cual no tienen chances pero igual quieren hacerlo.

Mientras tanto, Robert De Niro tiene un personaje que no se entiende. Es fanático de futbol americano y apuesta guita a eso. Su vida es el futbol americano, como si fuera el yanqui promedio tonto. Tampoco le creo. Pierde su apuesta más grosa y le juega doble o nada con el concurso de baile de Bradley y Jennifer.

La película tiene tan poco sentido que me saltee todos los personajes secundarios, que ni valen la pena. Esta Julia Stiles haciendo de esposa de un amigo de Bradley y un negro que es compañero de psiquiátrico. El único que más o menos venia zafando era el psicólogo, pero después la cagan en una escena cuando lo hacen fanático de futbol americano, de esos que se pintan la cara. Son aburridos, insulsos, poco creíbles y con escasos minutos de pantalla.

Bradley tiene una epifanía y pasa lo que pasa en todas las películas. De golpe, se cura solo. Porque en las películas, si vos lo deseas realmente, te curas. No hace falta medicación ni nada. Es como las películas de los estudiantes burros, pero que se ponen las pilas y con música copada de fondo estudian mucho y todos aprueban el final. A la gente de las películas les pasa que el deseo y la voluntad están por encima de la habilidad, el conocimiento y las posibilidades reales de las personas. Señores guionistas, sepan que el deseo es muy importante para los logros, pero solo con un deseo muy fuerte no se cumplen las cosas.

El climax es Bradley y Jennifer bailando, les va bien, el papá gana la apuesta. Pero al final, más vueltas. Jennifer cree que Bradley quiere a su (ex)esposa y se va corriendo. Pero en realidad Bradley la quiere a ella, la convence y todos felices en casi dos horas cuando en 45 minutos podrían haber tenido todo resuelto.

2 comentarios:

Soy said...

Después de verlo a Bradley Cooper siendo un genial amigo para ir a Las Vegas no le creo otra cosa

Anonymous said...

No espero nada bueno de las películas nominadas a los oscars.

Viste ZERO DARK THIRTY? La crítica le tira flores, cuenta con nominación a los oscars... pero a mi me pareció MA-LÍ-SI-MA!!

Otra muy comentada: ARGO... para mi... pasable (pero hasta ahí no mas).

Hace años que los Oscars son una joda... pero me parece que este año la cosa está absolutamente desastrosa!

SILVER LININGS cuenta con 8 nominaciones a los oscars incluyendo mejor película, mejor actor/actriz y mejor actor/actriz de reparto.

Ésta no creo que la vea. Todavía me queda Lincoln... pero sabiendo que es de Spielberg ya se lo que me espera.

Saludos y me encantó la crítica! Una belleza!